Arsenevich: Alexander Mackendrick - The Ladykillers (1955)

El Quintero de la muerte

El profesor de música Alec Guinness alquila un departamento en Londres a la dulce anciana Katie Johnson. Le dice que, de vez en cuando, varios otros músicos visitarán para ensayar. En realidad, Guinness no puede tocar una nota, ni tampoco sus visitantes: es un cerebro criminal, que controla a una banda de ladrones, entre los que se encuentran el pícaro Peter Sellers, el homicida Herbert Lom y el borracho Danny Green. La banda utiliza el departamento de Guinness como cuartel general, ya que conciben un atrevido robo de 60.000 libras. Después de realizar la tarea, la banda mete el botín en un armario de la estación de tren. Para evitar ser detectados, Guinness convence a la siempre confiada Johnson para que recoja el dinero. A través de una serie de complicaciones cómicas, Johnson regresa a casa con una escolta policial, sin que ni la mujer ni los policías sospechen que lleva una fortuna en su maleta. Creyendo erróneamente que Johnson los ha delatado, la banda a regañadientes decide eliminarla...

Deliciosa y encantadora comedia negra impecablemente facturada en los Estudios Ealing de la mano del interesante Alexander MacKendrick. En ella encontramos las habituales constantes que definieron a las producciones salidas de los míticos estudios: argumentos ingeniosos, fina ironía, diálogos chispeantes, humor negro, personajes pintorescos y situaciones absurdas.

[...] MacKendrick mantiene el pulso narrativo de la historia de manera espléndida a lo largo de todo el metraje, consiguiendo una película muy entretenida que se sigue con sumo agrado; y en la que no faltan secuencias de excelente planificación y ejecución, como la del atraco al furgón, por citar el ejemplo más evidente.

---Texto tomado del blog Esculpiendo el tiempo

Music professor Alec Guinness rents a London flat from sweet old lady Katie Johnson. He tells her that, from time to time, several other musicians will visit in order to rehearse. In truth, Guinness can't play a note, nor can his visitors: he's a criminal mastermind, holding court over a gang of thieves, including the likes of punkish Peter Sellers, homicidal Herbert Lom and punchdrunk Danny Green. The gang uses Guinness' flat as headquarters as they conceive a daring 60,000 pound robbery. After pulling off the job, the gang stuffs the loot in a railway station locker. To avoid detection, Guinness convinces the ever-trusting Johnson to pick up the money. Through a series of comic complications, Johnson returns home with a police escort, with neither the woman nor the bobbies suspecting that she's carrying a fortune in her suitcase. Mistakenly believing that Johnson has ratted on them, the gang reluctantly plans to eliminate her...

Delicious and charming black comedy impeccably directed at Ealing Studios by Alexander MacKendrick. In it we find the usual condiments that defined the productions that came out of the mythical studios: ingenious plots, fine irony, sparkling dialogues, dark humor, picturesque characters and absurd situations.

[...] MacKendrick keeps the narrative moving splendidly throughout the film, achieving a very entertaining film that is followed with great pleasure; and in which there is no lack of sequences of excellent planning and execution, such as the van robbery, to cite the most obvious example.

--- Original text taken from the Spanish language blog Esculpiendo el tiempo