Italiano | Subs: Castellano/Français/English/Portugués/Italiano (muxed)
108 min | x264 708x460 ~> 851x460 | 1950 kb/s | 192 kb/s AC3 | 23.97 fps
1,63 GB
108 min | x264 708x460 ~> 851x460 | 1950 kb/s | 192 kb/s AC3 | 23.97 fps
1,63 GB
Augusto quiere ser feliz y está por casarse, pero tiene un problema: su
familia. Su madre es ciega y exige constantes cuidados; su hermano es
epiléptico; su hermana también y además le profesa una adoración
incestuosa. El aislado entorno donde todos viven, una antigua villa en
decadencia, en las afueras de la ciudad, sólo contribuye a aumentar el
clima desequilibrado y opresivo en el que Augusto se debate cada día. Si
Antonioni y Fellini habían abordado ya el tema de la decadencia de la
burguesía italiana, Bellocchio decidió ir más lejos y mostrarla en
avanzado estado de putrefacción. I pugni in tasca fue su primer largometraje y se mantiene
como una obra de tremenda violencia emotiva. Bellocchio logra una
intensidad análoga a la del buen cine de horror, recurso pertinente ya
que todos sus protagonistas poseen o adquieren características que se
vuelven monstruosas en el entorno que comparten. (Festival de Cine Italiano de Madrid)
talia había ofrecido al resto de Europa un naturalismo cinematográfico
conmovedor. Y pese a una dura postguerra, la óptica de la supervivencia
volvió a gritar al mundo que la vida es bella y merece la pena
recomponerla. Bellocchio lo hizo a regañadientes. ¿Había una
explicación? "Se necesita mucho pulmón y mucho estómago para no sucumbir
al comportamiento lobuno de esta humanidad de la que todos formamos
parte, y es necesario volver a respirar ese aire fresco de la verdad más
contundente, aunque sea por medio del más terrorífico examen de
situaciones, y se viva a merced de la patología humana peor entendida.
Marco Bellocchio supo situar su película en la tradición más masoquista
de Stroheim y de Buñuel. "Cine de la más sangrante crueldad".Nos precede
un amor incestuoso intuído en la protagonista femenina, efímera y
espléndida Paola Pitágora, y más acentuado en el sádico, epiléptico y
precoz asesino, Lou Castel. Y una simple y moderada cotidianeidad
doméstica y familiar se afianza entre destellos diabólicos. Allí
malviven, además de los turbios y sensuales Castel y Pitágora, una madre
ciega, un hermano mayor más lúcido y patriarcal, y otro anormal, que
sufrirán de forma irreparable la envidia, el rencor, la indiferencia, y
una subrepticia lubricidad incestuosa, latente, como ya he dicho, entre
los dos protagonistas principales. El joven Bellocchio, parece dejarse
recrudecer en el peculiar tormento de cuanto nos está contando. No
reniega a la excitación de su miedo, pues se siente incapaz de controlar
los extrapolados mecanismos de esa belleza infernal y torturas
peculiares que estimulan ciertos masoquismos. I pugni in tasca es en
sí misma una "conducta", alevosa, un comportamiento, que, aunque no
comprendamos y nos duela, también forma parte de los entresijos más
enrevesados de los actos humanos, que jamás lograrán conseguir una
respuesta concreta a su razón de existir en la tierra.Lou Castel,
iconográfico, sádico e inquisitorial, estuvo superlativo como actor. Un
gran descubrimiento de Bellocchio, cuyos vestigios se perdieron para el
cine meteóricamente. Pese a ser contemplado con enorme ternura, jamás es
absuelto. Sentimos su vértigo, pero no podemos cerrar los ojos a ese
hastío mesetario, de trágicos sentimientos aislados que propician todos
sus actos criminales. Retorcidas diatribas contra la institución de la
familia en general. ¿Sería éste un justo ultimatum firme y lacerante
contra la humanidad?: "Somos así, y somos responsables de ser así"Una
pedagogía más exorcizadora de malos presagios, exclamaría: "Proteged a
estos niños malos "con las manos en los bolsillos", porque, cuando suena
la tormenta ante ellos, ¡nada soportan!"... Sí, porque hay momentos en
los que nos merecemos disfrutar de discursos ideológicos muy diferentes a
los que tan mal acostumbrados estamos. I pugni in tasca es la
respuesta más contundente que recuerdo. (Texto de Pablo Garcìa del Pino)
Like a mortar fired into the heart of Italian cinema in the mid-1960s,
Fists in the Pocket had an incendiary impact that's still felt today. In
addition to catapulting first-time director Marco Bellocchio to instant
celebrity (and a degree of infamy) among European cineastes, this
audacious drama challenged the foundations of Italian society--the
institutions of family and Catholic religion--and ripped them to shreds
without mercy. It's essentially the blasphemous, comi-tragic tale of a
dysfunctional family suffering from various "afflictions" (blindness,
epilepsy, mental instability), and the pent-up rage of epileptic middle
son Alessandro (played by then-newcomer and non-professional Swedish
actor Lou Castel, dubbed in Italian by Paolo Carlini), whose delicate
psyche constantly threatens to snap. When it does, and he secretly
murders his blind mother and younger brother (also epileptic), this act
of "collective suicide" is intended to restore the surviving family to
some semblance of normality... but of course it only sends them deeper
into their peculiar extremities of human behavior. Sarcastic, sadistic,
and at times grotesquely amusing, Fists in the Pocket divided audiences
with its love-it-or-loathe-it, hell-raising depiction of a family in
ruins, blasting provincial values to smithereens with hints of
matricide, fratricide, and incest that remain provocative several
decades later. Still considered by many to be Bellocchio's masterpiece,
and bolstered by Castel's fiercely disturbing performance, Fists in the
Pocket is the polar opposite of happy-family idealism. Self-righteous
viewers are urged to proceed with caution or avoid this film entirely!
--Jeff Shannon
Publicada originalmente por el amigo saynomoreglass
No hay comentarios.:
Publicar un comentario