Checo | Subs: Castellano/English (muxed)
106 min | x264 1029x438 | 2150 kb/s | AC3 224 kb/s | 24 fps
1,77 GB
El martillo de las brujasAdaptación de una novela de Václav Kaplický
en torno al "Malleus Maleficarum" (O El martillo de las brujas), en
donde se narran los lamentables juicios inquisitoriales que se dieron
al norte de Moravia a fines del XVII. Todo comienza con una nimia
acción de una pobre anciana que desemboca en una espiral de acusaciones
que acaban sumiendo a la comunidad en el más absoluto caos...Más de
cien personas fueron enjuiciadas y condenadas, y de las torturas no se
salvo siquiera el clero...Evidentemente la película puede a su vez
leerse como una velada critica de lo acaecido en la era estalinista,
con las continuas purgas de justos y inocentes, acusados de salirse de
"esa línea correcta"...
El escenario de Martillo de las brujas es Checoslovaquia a fines del
siglo XVII en el borde de la época clásica y rumbo a la modernidad que
aún habitamos. Importan las fechas, porque no pasará mucho tiempo antes
de que los inquisidores desaparezcan de casi toda Europa, como efecto
de las ideas humanistas de la Ilustración. El casi... obedece a que El
Santo Oficio Español sobrevivió hasta prácticamente el siglo XIX. A
diferencia del resto del continente, la Inquisición pervivió como
símbolo mismo de la monarquía, la fe e identidad española, agreguemos,
la defensa tardía de la propiedad feudal. La última ejecución por
herejía [1] tuvo lugar en la península ibérica, el 26 de julio de 1826
cuando un pobre maestro de escuela intachable en su conducta de nombre
Cayetano Ripoll, fue ahorcado por deísta e impenitente. Su cadáver,
encerrado en un barril que solamente llevaba pintadas llamas rojas ¾que
simbolizaban a las hogueras originalmente aplicadas a los infieles¾ fue
enterrado en lugar profano.
Los dramáticos acontecimientos que no pueden sino horrorizarnos, se
refieren a una historia real en la que el pueblo de Moravia sufrió la
pesadilla de los oficios de un inquisidor de apellido Bobling cuyos
abusos vemos ejemplificados en el séptimo filme del experimentado
cineasta checo Otakar Vávra. Las primeras imágenes, elocuentes y
sensuales, nos muestran cuerpos de mujeres descalzadas de toda ropa en
el ejercicio gozoso del baño y que en su alegre perfección evocan la
codicia, la envidia y el deseo de venganza de quienes carecen de estas
virtudes. La juventud, la belleza, la libertad de los cuerpos desnudos y
limpios, aparece como estampa de todo lo que debe ser evitado por el
temeroso de Dios y que fue visto como marca de incitación al pecado por
los ojos flamígeros de los inquisidores de la Iglesia Católica Romana.
Ese rechazo por el cuerpo femenino revela, paradójicamente, una pasión
amorosa loca por las mujeres y temor al abismo que ellas representan
para el hombre, en el contexto de una sociedad patriarcal que ha tratado
inútilmente a través de la historia, de borrar la impresión de la
potestad femenina que confiere a las mujeres la maternidad.
En la tradición judeo-cristiana del Antiguo Testamento se nos muestra siempre a las Evas como un puente con lo diabólico. En ese discurso el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y la mujer como un agregado, un artificio, un clon imperfecto sacado de la costilla de Adán. Dios Padre quiere profetas, habla a los hombres y no considera a las mujeres como sujetos autónomos aunque les reconoce estar inclinadas de suyo a la traición: Eva, Lot, Salomé, Judith son algunos de los nombres de esas mujeres equívocas, sensuales y castradoras que rodean a los hombres.
En la película de Vávra vemos aparecer algunos de los aparatos que
usaban los inquisidores, Bobling observa los terribles instrumentos con
verdadera fruición: son fetiches sadomasoquistas dispuestos para
sevicia del magistrado que goza haciendo sufrir a sus víctimas,
especialmente si son mujeres. En estricto sentido freudiano el
torturador no es sino un perverso que disfraza su miedo a la castración
a través del ejercicio de la crueldad que le muestra con el rostro de
un Dios omnipotente y salvaje incapaz de temor.En la tradición judeo-cristiana del Antiguo Testamento se nos muestra siempre a las Evas como un puente con lo diabólico. En ese discurso el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios y la mujer como un agregado, un artificio, un clon imperfecto sacado de la costilla de Adán. Dios Padre quiere profetas, habla a los hombres y no considera a las mujeres como sujetos autónomos aunque les reconoce estar inclinadas de suyo a la traición: Eva, Lot, Salomé, Judith son algunos de los nombres de esas mujeres equívocas, sensuales y castradoras que rodean a los hombres.
Como hilo conductor de los desenfrenos del juez Bobling, vamos a oír en el filme, sentencias extraídas del manual redactado por los dominicos Kraemer y Sprenger [2] entre los años 1485 y 1486. El impresionante libro del que pude encontrar una edición en español y que es más conocido por los historiadores como el Malleus Malleficarum, es la célebre versión alemana de un manual práctico para combatir la herejía que lleva el sugerente subtítulo de: Para golpear a las brujas y las herejías con poderosa masa. El Malleus Malleficarum ha sido escrito evidentemente por hombres, y parecería ser un tratado de cómo relacionarse con las mujeres, siempre poniéndoles pruebas que demuestren que no son brujas o herejes sino fieles servidoras de Dios y del hombre. Esta obra ha sido tradicionalmente atribuida a dos autores, pero en las primeras ediciones el nombre de Kraemer, también conocido como Enrique Institoris, fue omitido y sólo apareció por primera vez en la edición de 1490. Estos hombres no sólo fueron inquisidores sino ante todo teólogos y profesores que escribieron otros libros en los que su formación teológica está por encima de todo. De hecho, el libro que Bobling esgrime como arma amenazante ante los ojos del Deán Lautner como el único libro que ha leído y el único necesario para juzgar sobre el bien y el mal del mundo, es una obra teológica escrita en los límites de una escolástica decadente que ignora toda corriente de opinión que no sea la tradición y no hace referencia alguna a autores contemporáneos, asentándose firmemente sobre la lógica aristotélico ¾ tomista del siglo XIII.
Fuente Cartapasi.org
Witches' Hammer
The Czech New Wave rode the tide of political liberalization in
Czechoslovakia that lasted throughout the 1960s, which accounted for
their ability to make highly personal films in individual styles. At the
same time, this generation attracted international attention and
acclaim. However, they were not the only directors to benefit from the
freer political climate. Older directors from the postwar period, and
even those of the prewar generation, made films they probably could not
have made earlier in their careers.
Witches' Hammer (Kladivo na Carodejnice), adapted from a novel by Vaclav Kaplicky, was historical drama roughly based on actual events, but Vavra became particularly fascinated with the subject matter while researching the film. Witches' Hammer is a tale about the witch trials in Czechoslovakia in the 17th century, which unfolds from the perspective of an educated priest. The priest watches as his village's most prosperous citizens are arrested by the Inquisitor, who impounds their property. The priest tries to stop the false accusations and fear-mongering, but he himself is unjustly accused. As he started the project, Vavra grew increasingly interested in the history behind the witch trials-why it happened in a country that did not practice witchcraft, how the victims were manipulated into confessing to actions they did not commit, and why they begged for swift punishment.
Witches' Hammer (Kladivo na Carodejnice), adapted from a novel by Vaclav Kaplicky, was historical drama roughly based on actual events, but Vavra became particularly fascinated with the subject matter while researching the film. Witches' Hammer is a tale about the witch trials in Czechoslovakia in the 17th century, which unfolds from the perspective of an educated priest. The priest watches as his village's most prosperous citizens are arrested by the Inquisitor, who impounds their property. The priest tries to stop the false accusations and fear-mongering, but he himself is unjustly accused. As he started the project, Vavra grew increasingly interested in the history behind the witch trials-why it happened in a country that did not practice witchcraft, how the victims were manipulated into confessing to actions they did not commit, and why they begged for swift punishment.
He sought the help of archivist Dr. Frantisek Spurny, who agreed to
translate for Vavra the original 17th century accounts of about 200
witch trials, complete with authentic quotes from actual participants.
From this material, Vavra and screenwriter Ester Krumbachova wrote the
screenplay. It is not difficult to see the witch trials of long ago as a
metaphor for recent Czechoslovakian history; in his 1995
autobiography, The Strange Life of a Director, Vavra recalls that the
story reminded him of the political trials staged by the Communists
during the 1950s.
Shot in moody black and white, the film was marked by striking imagery and a haunting atmosphere. Vavra considered it his best film. However, at the time, the authorities did not want the film to be shown in Prague, because of its political connotations. It was restricted to the theaters in small towns just outside of Prague. Despite these restrictions, the film was quite successful. According to Vavra, more than a million and a half viewers saw the film in its initial release.
Shot in moody black and white, the film was marked by striking imagery and a haunting atmosphere. Vavra considered it his best film. However, at the time, the authorities did not want the film to be shown in Prague, because of its political connotations. It was restricted to the theaters in small towns just outside of Prague. Despite these restrictions, the film was quite successful. According to Vavra, more than a million and a half viewers saw the film in its initial release.
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