14 marzo, 2021

Joseph L. Mankiewicz - House of Strangers (1949)

 
Inglés | Subs: Castellano/EN(VOBs)/FR/PT (srt) (todo muxed)
100m | x264
720x480 ~> 720x540 | 1900 kb/s | 192 kb/s AC3 | 23.97 fps
1,51 GB
Odio entre hermanos
A principios de siglo mareas de emigrantes arribaban desde el viejo continente hasta la populosa ciudad de Nueva York con la esperanza de que en la Gran Manzana sus ilusiones de prosperidad podrían algún día hacerse realidad y cumplir así el anhelado sueño americano; muchos procedían de Italia, como la familia protagonista de este film, con Gino Monetti (Edward G. Robinson) a la cabeza, un barbero ambicioso y autoritario, su paciente mujer y cuatro hijos muy distintos psicológica y físicamente. El transcurso de los años cambió una sencilla barbería por un enorme capital almacenado en una compañía de depósitos y empréstitos. El sueño americano se había cumplido pero la pesadilla afectiva que se engrandecía con el paso del tiempo no hacía más que acerarse de forma peligrosa.
Odio entre hermanos nos hace conocer a Max (Richard Conte). Nos enteramos que acaba de salir de la cárcel. Que lleva siete años encerrado… Y que siente un especial resentimiento contra sus tres hermanos. Se nos va dosificando la información. Su padre ausente, omnipresente en varios retratos, era dueño de un banco que ahora regentan los tres hermanos. Max llega exigiendo a sus hermanos el tiempo perdido. Y se percibe desde el principio una tensión insoportable. También descubrimos a Irene (Susan Hayward), una mujer ajena a la familia que ama a Max y lo ha esperado. Una mujer que trata de que Max expulse todo el odio que tiene acumulado en su interior y la influencia tan destructiva del padre omnipresente.
Edward G. Robinson ofrece aquí una de las interpretaciones más memorables de toda su carrera, que le valió su único premio a mejor actor por una película, en el festival de Cannes. Su Gino Monetti, con todas sus miserias, sus delirios como patriarca y su astucia trasnochada, así como por su humanidad y ese acento italiano, es una delicia y una forma de comprobar hasta donde podía llegar la fuerza en pantalla de un personaje interpretado por alguien de tanta capacidad como Robinson. Una actuación sobria y brillante, con la que hasta puedes llegar a sentir simpatía por un personaje tan miserable como excesivo. Tomado de un blog dedicado a E.G. Robinson
Edward G. Robinson plays an Italian-American banker who runs roughshod over his four grown sons. When the ruthless Robinson is arrested for illegal business practices, three of his sons attempt to take over the business. Only son Richard Conte remains loyal to his father.
Italian immigrant Gino Manetti (Robinson) started in America as a barber and rose to be a wealthy banker by lending to immigrants on the Upper East Side of New York without collateral but at usurious rates.  He is the undisputed patriarch to his wife and four sons. Three of his sons work at the bank and he treats them like servants, insulting them freely in the process.  Eldest son Joe (Luther Adler) works as a teller and tries to caution his father about the need to keep books, but Gino only tells him to “go back to his cage”. Gino’s  fourth son Max (Richard Conte) is a criminal lawyer and Gino treats him with some respect.
House of Strangers is marred a bit by the extraneous Conte-Hayward love affair which distracts from the compelling family drama at the core of the film. Otherwise it is practically perfect.  Robinson grew up with Italians and spoke the language fluently.  He is the quintessence of stubborn manhood as he terrorizes the dinner table with his loud opera records and orders.  He makes his character so downright human though that it is hard to hate him quite as much as the film means us to do.  Conte makes a dynamic and cynical foil and Adler, better known as a stage actor, really shines.  According to the commentary, Mankiewicz contributed a lot to the screenplay and the crackling dialogue seems to bear that out.   --  Flickers in Time [Bea Soila]

DVD rip y capturas de ronnie (KG)
 


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Movimiento de manos y hombros como si fuera un italiano de ley.
 Que actor maravilloso que fue E.G. Robinson

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