Arsenevich: Guillaume Canet - Ne le dis à personne (2006)

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No se lo digas a nadie

El médico pediatra Alex Beck, aún consternado por el salvaje asesinato de su esposa Margot en los primeros días de su matrimonio hace ocho años, recibe un correo electrónico anónimo. Cuando hace clic en el enlace, ve la cara de una mujer de pie entre la multitud y filmada en tiempo real: la cara de Margot. ¿Todavía está viva? ¿Y por qué ella le ordena que no se lo diga a nadie?

No se lo digas a nadie es un thriller laberíntico, inteligente y muy disfrutable, adaptado de la novela del escritor estadounidense Harlan Coben y trasladado a Francia por el director Guillaume Canet. Canet hace un muy buen trabajo detrás de la cámara, elucidando la narrativa de múltiples capas que saltan en el tiempo. El buen actor François Cluzet interpreta a un pediatra cuya esposa es asesinada y luego, años después, es objeto de sospechas policiales cuando aparecen más cadáveres en el mismo lugar. Muchas secuencias de juegos de memoria significan que la narración se convierte en un rompecabezas, pero Canet lo mantiene todo en orden con habilidad.

Tell No One

Pediatric Doctor Alex Beck, still devastated by the savage murder of his wife Margot in the early days of their marriage eight years ago, receives an anonymous email. When he clicks on the link he sees a woman's face standing in a crowd and being filmed in real time - Margot's face. Is she still alive? And why does she instruct him to 'tell no one'?

An intricate, intelligent, and very watchable thriller, adapted from the novel by American crime writer Harlan Coben and relocated to France by that nation's latest actor-director sensation, Guillaume Canet. Canet is probably best known here as Virginie Ledoyen's hapless boyfriend in The Beach. However, he does a very good job behind the camera elucidating the multi-layered, time-hopping narrative. The estimable François Cluzet - who's perhaps not as well known in the UK as he should be - plays a paediatrician whose wife is murdered and then, years later, is the target of police suspicions when more bodies turn up in the same place. Lots of mournful memory sequences mean the narrative becomes bit of a jigsaw puzzle, but Canet keeps everything on track with aplomb.

-- The Guardian