Alemán | Subs: Castellano/English (muxed)
98 min | x264 1920x1080 | 6000 kb/s | 192 kb/s AC3. | 24 fps
WEB rip 4,09 GB
La película del director de Das merkwürdige Kätzchen
cuenta la historia de una mudanza a lo largo de dos días y a partir de
las experiencias de una docena o más de personajes. Los principales son
Mara y Lisa, dos roommates que se separan ya que la que se muda
es Lisa solamente. Nunca se dice pero da la impresión que fueron pareja y
se ve que a la intensa Mara no le gusta nada el cambio. En la casa
nueva, Lisa, Mara, la madre de Lisa, los mudadores, una vecina que vive
abajo y otros personajes se irán cruzando físicamente en los pequeños
espacios (siempre hay gente esquivándose entre sí) y, a la vez,
mirándose con mucha carga.
Con
algunos apuntes poéticos que aparecen aquí y allá –cada tanto paran y
cuentan algunas anécdotas, siendo una de ellas especialmente relevante–,
lo que la película va generando son situaciones físicas y verbales muy
personales que siempre están siendo observadas por alguien más. Usando
muy bien la profundidad de campo, Zürcher presenta siempre dos o tres
capas en cada escena. Los personajes que parecen ser centrales, los que
se cruzan, los que ven o escuchan esa situación y hasta un piano que
suena todo el tiempo haciendo Voyage… voyage sin que se sepa muy
bien quién lo está tocando. Y hay también perros, gatos y la araña que
da título al film en una de las pocas metáforas un tanto subrayadas que
hay aquí.
En
un momento, esa coreografía de miradas y cuerpos empieza a cobrar una
intensidad quizás un tanto excesiva y los personajes se vuelven
innecesariamente crueles, demasiado fríos y bruscos el uno con el otro.
Ahí la película entra en un tono un poco más barroco –otros elementos
aportan también a dar esa sensación– que le quita la conexión que uno
puede haber generado con los personajes y la asemeja más a algo salido
de un cuento de terror. Lo que al principio parecía ser un elegante
relato sobre las tensiones, los miedos y las incomodidades de una
mudanza/separación se va transformando en una especie de «guarida de
brujas» donde lo que parece primar es ver quién puede dañar más al otro.
Igualmente fascinante, sí –cada plano de la película es magnético–,
pero quizás un tanto más gélido y brutal.
-- Todo el texto está tomado de la crítica de Diego Lerer en Micropsia
“The Girl and the Spider opens with a PDF floor plan of an
apartment layout, and ends with a young woman perhaps vanishing. The
tantalizing mysteries in the latest film from the Strange Little Cat
team of Ramon and Silvan Zürc-her never quite reveal themselves in this
story about two roommates torn asunder and to separate middle-class
flats in Berlin. While the mad entropy of this chamber piece — filled
with doppelgängers, women coming and going from rooms, as T.S. Eliot
might say — will drive some viewers barking insane, those patient and
curious enough to soak in the fuzzy vibes of the film’s painterly reds
and yellows and key into this film’s odd rhythms will find much to love.
One
half of the splitting duo (and it’s never clear if she and her
now-ex-roommate were ever quite romantic) is Mara, whose odd tactile
obsessions puncture the entire film and are immediately announced in the
opening scene: she is oddly soothed by the sight and sound of a
jackhammer. She hangs around in the wings, picking at a herpes blister,
as her roommate Lisa prepares to move out to a place of her own — albeit
one in the same building. At some point in the movie, that herpes
blister infects Lisa, too.
The
move, by some uncanny force of its own, sends a bizarre current through
the entire apartment complex, a loony constellation of friends, lovers,
strangers, and pets. It’s impossible to keep track of the commotion,
the comings and goings of the various players, whose desires and
impulses bleed into one another. A confusing rush of people is
dizzyingly choreographed.
[...] It must be said that literally every shot in The Girl and the Spider
— which includes a few shots of an actual arachnid that seems to be
adored by all in the building, free to roam from flat to flat — is
postcard, primary-color perfection. Director of photography Alexander
Haßkerl seems to understand exactly when to close in on his characters
and the audience to achieve maximum claustrophobia, and exactly when to
pull backward. And there’s a sweaty tactility dewing every frame, which
only adds to the sexual charge already thrumming through all. This is an
odd film of poetic abstractions and ellipses, but consistently
fascinating in its unrepentant coyness.
-- All text extracted from Ryan Lattanzio's review in IndieWireWEB rip conseguido por ahí
Subtítulos en castellano míos
Más de la mitad de las partes habladas ocurren fuera de cámara. Es por eso que
decidí prescindir de la cursiva/bastardilla para señalar esas partes en los diálogos.
Por momentos me gustó mucho, y por otros momentos llegué a
enojarme por el coqueteo estéril que impregna varias partes del film.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario