Italiano | Subs: Castellano (LA y ES)/English/Portuguès/Italiano (muxed)
103 min | x-264 1920x1080 | 5200 kb/s | 192 kb/s AC3 | 25 fps
WEB Rip 3,88 GB
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Primer capítulo de la saga de Ugo Fantozzi, personaje interpretado y creado por Paolo Villaggio. Nada le va bien al pobre empleado de la “Megaditta” (mega empresa en la cual los empleados son caracterizados de manera paródica); cualquier evento de la vida, desde el más grande hasta el más pequeño, termina mal, pero él siempre logra salir de ello con generosidad, auto ironía y sátira social. La obra adapta algunos relatos provenientes de los dos bestsellers escritos por Villaggio, el homónimo Fantozzi e Il secondo tragico libro di Fantozzi.
Es extraño ver que Fantozzi aún no ha recibido la aclamación mundial que tienen otras comedias europeas de los años 70, y que Villaggio sigue siendo desconocido para el gran público, a diferencia del francés Tati. La humorística de Villaggio es inteligente, conmovedora y puede complacer tanto a los intelectuales como a un espectador normal de cine en busca de risas fáciles. Todo esto lo puede lograr solo el personaje del propio Fantozzi, que representa el medio, o el oficinista, que es sumiso y reprimido, el tipo de hombre que siente el peso del mundo todos los días, y esto se manifiesta en la forma en que habla, siempre como si tuviera algún tipo de peso en la espalda. Es el tipo de hombre que nunca admite que no se siente bien incluso cuando tiene un dolor físico evidente, es el tipo de hombre que ignora los dolores de la vida ordinaria, trata de convencerse de lo que no es verdad, desde los momentos en que tiene que convencerse a sí mismo de que tiene una hermosa esposa e hija antes de mirarlas realmente, hasta el momento en que admite con una ingenuidad infantil que siempre ha querido tomar un autobús en movimiento. También es el tipo de hombre que no tiene suerte, y cuando parece tener esos raros casos afortunados de felicidad, lo sigue una nube negra que no duda en crear una tormenta de truenos solo para él. [...] -- Matt Micucci (Moviefilm).
Based on Paolo Villaggio's books Fantozzi and Il secondo, tragico Fantozzi, which are popular in Italy, this film tells the story of an unfortunate accountant's life over the course of one year, shown in a variety of sketches, segments and provocative sequences making Fantozzi a very unlucky person indeed.It’s strange to see that Fantozzi still hasn’t received the kind of worldwide acclaim that some other European comedies of the seventies have, and that Villaggio is still unknown to the wider public, unlike the French Tati. Villaggio’s comedy is smart, poignant slapstick that can in fact please intellectuals as well as a normal cinema goer looking for some easy laughs. All this could be achieved alone by the character of Fantozzi himself, who represents the middle, or White Collar Worker (which is also the English title for the movie), who is submissive and repressed, the kind of man who feels the weight of the world every day, and this comes through in the way that he speaks, always as if he had some sort of weight on his back. He is the kind of man who never admits to not feeling alright even when he is in obvious physical pain, he is the kind of man that ignores the pains of the ordinary life, tries to convince himself of what is not true, from the times he has to convince himself he has a beautiful wife and daughter before he actually looks at them, to the time when he admits with a childlike naivite that he has always wanted to catch a moving bus. He is also the kind of man that has no luck, and when he seems to have those rare lucky instances of happiness, he is followed by a black cloud that never hesitates to create a thunderstorm on him alone. [...] -- Matt Micucci (Moviefilm).
Web rip de ixixix
Fantozzi: esta película, en su género, me parece una maravilla. La escena final donde Fantozzi tiene un encuentro con el Megadirector Galáctico es una obra maestra de sarcasmo dirigido contra la clase dominante que, a mi ver, sólo puede encontrarse en el cine de los 70. En nuestra época reprimida, tatuada e hipervacunada, ciertas libertades serían impensables.
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