Arsenevich: O-tar Io-sse-lia-ni - Adieu, plan-cher des vaches! (1999)

Adiós tierra firme

Una fábula que narra las tribulaciones que afectan a Nicolas, un joven de diecinueve años que es el primogénito de una familia acomodada. Trabaja en una cafetería, en la que friega platos mientras intenta impresionar a la hija del dueño, que tiene un novio temperamental. Una noche, se dedica a seguir a su pandilla en una aventura que resultará más arriesgada de lo habitual…

Una gigantesca cigüeña con ojos exploradores que observan en silencio la locura humana que la rodea le da cordura y estabilidad a la maravilla cómica de Otar Iosseliani, Adiós tierra firme, tal vez porque es el único personaje que acepta su destino en la vida. Los otros, principalmente miembros de una familia parisina rica, llevan en secreto una doble vida absurda, ilustrando el cliché, "la hierba es más verde al otro lado del valle". Con un trabajo de cámara excepcionalmente fluido y un tacto suavemente burlón, Iosseliani, prácticamente sin trama, toma prestados elementos de varios grandes directores a la vez, combinando la ironía de conciencia de Luis Buñuel, la casi silenciosa comedia de Jacques Tati, y la elegancia de Max Ophüls. Lleva su tiempo acostumbrarse a los ritmos peculiares del mundo de Iosseliani, que establece los personajes a través de su conducta en lugar de hacerlo a través de sus palabras. No hay chistes rápidos ni explosiones dramáticas, ni una estructura tradicional de tres actos; sólo una asociación de eventos que se burlan de la inconstancia de la naturaleza humana.

Farewell, Home sweet Home

A giant pet stork, with scanning eyes that quietly observe the human folly surrounding it, lends sanity and stability to Otar Ioseliani's cracked comic roundelay Farewell, Home sweet Home, perhaps because it's the only character comfortable with its lot in life. The others, mainly members of a wealthy Parisian family, are leading absurd double lives in secret, illustrating the cliché, "the grass is greener on the other side." With exceptionally fluid camerawork and a gently mocking touch, Ioseliani's virtually plotless slice-of-life borrows elements from several great directors at once, combining the class-conscious irony of Luis Buñuel and the near-silent comedy of Jacques Tati with the daisy-chain elegance of Max Ophüls' The Earrings Of Madame De... It takes time to get oriented to the peculiar rhythms of Ioseliani's world, which establishes characters through behavior rather than dialogue, and takes only a slightly skewed perspective on the repetition and tedium of everyday life. There are no punchlines, no dramatic outbursts, and no traditional three-act structure, just an association of events that poke fun at the fickleness of human nature.