Japonès I Subs: Castellano/FR/EN (muxed)
169 min I x264 704 x 350 I 1241 kb/s I 192 kb/s AC3 I 23,97 fps
1,7 GB
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Emotivo repaso al deporte en las Olimpiadas de Tokio en el año 1964,
valorando el esfuerzo de los atletas por alcanzar sus metas, así como la
afición que provocaron los juegos y el entusiasmo que se palpaba en las
calles.
Uno de los grandes documentales sobre los juegos es el que Kon Ichikawa
realizó tras los JJ.OO. de Tokio de 1964. Este director, fallecido el
año 2008 y considerado uno de los cuatro grandes maestros del cine
japonés, junto a Kurosawa, Ozu y Mizoguchi, llenó de poesía la
competición olímpica y plasmó en imágenes la esencia de su espíritu: La
Importancia de la confrontación, de la participación, por encima de
vencedores y vencidos. Recorrió la gran mayoría de las pruebas y centró
su mirada en el deportista desconocido en su esfuerzo de superación. En
muchas ocasiones el director japonés filma a los atletas entre multitud
de seguidores para enfatizar el anonimato del atleta. Así, el combate
del gran Joe Frazier convive e incluso palidece ante el día a día de los
atletas del Chad, lejísimos de cualquier metal en sus primeras
olimpiadas como país soberano, pero sin duda tan heroicos para Ichikawa
como el gran boxeador americano, o como sus hermanos etíopes que, tras
la senda del gran Abebe Bikila (que volvió a ganar el maratón con record
del mundo, ya con zapatillas, convirtiéndose en el único atleta capaz
de repetir victoria en la legendaria carrera hasta hoy) pronto tomarían
la larga distancia atlética.Tres horas de cine que rebasa su propio
género, que se supera y alcanza la categoría de eso a lo que cualquier
largometraje aspira y muy pocos llegan, poder ser considerado una
auténtica obra de arte. Así lo consideraron en la meca del cine… Cannes,
por supuesto, donde al documental le fue otorgado el Gran Premio de la
Crítica Internacional.
Kon Ichikawa examines the beauty and rich drama on display at the 1964 Summer Games in Tokyo, creating a record of observations that range from the expansive to the intimate.
Ichikawa's cameras follow the 1964 Summer Olympics from opening to closing ceremonies. Sometimes he focuses on spectators, as athletes pass in a blur; sometimes he isolates a competitor; other times, it's a closeup of muscles as a hammer is thrown or a barbell lifted; or, we watch a race from start to finish. We see come-from-behind wins in the women's 800 and the men's 10,000 meters. We follow an athlete from Chad from arrival to meals, training, competition, and loss. Throughout, the film celebrates the nobility of athletes pushing themselves to the limit, regardless of victory.
Una publicación original de saynomoreglass
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