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100 min | x264 992x720 | 2500 kb/s | 192 kb/s AC3 | 23.97 fps
1,89 GB
1,89 GB
El halcón maltés
Ópera prima de John Huston, basada en la novela homónima de Hammett, la
acción tiene lugar en San Francisco. El detective privado Sam Spade
(Bogart) recibe de una seductora mujer, la Sra. Wonderly, el encargo de
investigar a un personaje oscuro, Floyd Thursby. Pocas horas después
mueren asesinados el socio de Spade, Miles Archer y Thursby, lo que abre
un árduo proceso de investigación sobre la lucha de varios personajes
por hacerse con un halcón de tamaño natural, de oro macizo e
incrustaciones de piedras preciosas, obsequio de los malteses a Carlos I
de España, en 1539, robado por corsarios antes de su entrega al
destinatario.
El film tiene todos los elementos que
caracterizarían al género negro, algunos por influencia expresionista,
otros por la neorrealista… Nos encontramos con un paisaje de jungla
urbana, iluminación realista, fuertes contrastes de luces y sombras,
angulaciones bajas de cámara, para mostrarnos las intrigas en torno a
una serie de asesinatos relacionados con la estatuilla de gran valor.
El
reparto de lujo no sólo se queda en el protagonista. Mary Astor
interpreta de manera soberbia a Brigit O´Shaughnessy, imprescindible
ejemplo la mujer fatal, paradigma del género, y Peter Lorre no se queda
atrás dando vida al amanerado gángster Joel Cairo. A estos hay que
añadir el deslumbrante debut de Sydney Greenstrret como el gran Kasper
Gutman.
Spade and Archer is the name of a San Francisco detective agency.
That's for Sam Spade and Miles Archer. The two men are partners, but Sam
doesn't like Miles much. A knockout, who goes by the name of Miss
Wanderly, walks into their office; and by that night everything's
changed. Miles is dead. And so is a man named Floyd Thursby. It seems
Miss Wanderly is surrounded by dangerous men. There's Joel Cairo, who
uses gardenia-scented calling cards. There's Kasper Gutman, with his
enormous girth and feigned civility. Her only hope of protection comes
from Sam, who is suspected by the police of one or the other murder.
More murders are yet to come, and it will all be because of these
dangerous men - and their lust for a statuette of a bird: the Maltese
Falcon.
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