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1,99 GB
En una mansión, cuatro señores se reunen con cuatro ex-prostitutas y con
un grupo de muchachos y muchachas, partisanos o hijos de partisanos,
que han tomado prisioneros. En la casa impera el reglamento de los
señores, al cual nadie puede escapar. Esta ley faculta a los señores
para disponer de la vida de sus prisioneros en cualquier momento y de
cualquier modo, y las transgresiones se castigan con la muerte.
Última película de Pasolini, que fue asesinado tras la filmación pero
antes de acabar el montaje, Salò obtuvo previsibles críticas negativas a
las cuales, por otra parte, el director nunca pudo responder. La obra
reproduce el esquema de la novela del Marqués de Sade, basada en la
repetición infinita del número cuatro. Los protagonistas principales son
cuatro Señores, detentadores de todos los Poderes. El Duque posee el
poder nobiliario, el Monseñor el eclesiástico, Su Excelencia el
Presidente del Tribunal de Apelaciones el judicial, y el Presidente
Durcet el económico. En una mansión que antaño fue lujosa, los cuatro
Señores se reúnen con cuatro ex prostitutas y con un grupo de muchachos y
muchachas, partisanos o hijos de partisanos, que han tomado
prisioneros. En la casa impera el reglamento de los Señores, al cual
nadie puede escapar. Esta ley faculta a los Señores para disponer de la
vida de sus prisioneros en cualquier momento y de cualquier modo, y las
transgresiones se castigan con la muerte. (Itàlica)
"Pasolini lucha contra el fanatismo idólatra del estado, que
domina Europa desde la izquierda hasta la derecha (...) En Saló, el
análisis estado-sujeto se fundamenta en la manera en la que se
desencadena la dinámica del poder (mercantil, de consumo) para deformar
el sexo, que es el centro vital del hombre y de la mujer, para
manipularlo, ultrajarlo y humillarlo, destruyendo al hombre mismo (...)
Busca, explorando en la esencia del estado, en los engranajes de sus
estructuras públicas, la semilla que produce los frutos devoradores del
fascismo, aunque éste se perpetúe bajo una forma menos ostensible y
menos indecente" (Antonietta Macciocchi en "Quattre héresies cardinales pour Pasolini")
"El nuevo poder, en su asociación con el viejo poder, ha triunfado. Los seres humanos son reducidos a objetos, consumibles como cualquier otro producto de la sociedad. Los cuerpos sólo son comunes objetos de uso temporal y de facilísima fabricación, que se pueden comprar y tirar. Saló es la puesta en escena del genocidio cultural y físico de un mundo perpetrado por el poder, así como de la perpetuación de la infamia y de la violencia hasta que ésta se vuelve mecánica; en otras palabras, la puesta en escena de una verdadera y auténtica tecnología de la violencia" (Silvestra Mariniello en "Pier Paolo Pasolini", Ed. Cátedra, 1999)
"El nuevo poder, en su asociación con el viejo poder, ha triunfado. Los seres humanos son reducidos a objetos, consumibles como cualquier otro producto de la sociedad. Los cuerpos sólo son comunes objetos de uso temporal y de facilísima fabricación, que se pueden comprar y tirar. Saló es la puesta en escena del genocidio cultural y físico de un mundo perpetrado por el poder, así como de la perpetuación de la infamia y de la violencia hasta que ésta se vuelve mecánica; en otras palabras, la puesta en escena de una verdadera y auténtica tecnología de la violencia" (Silvestra Mariniello en "Pier Paolo Pasolini", Ed. Cátedra, 1999)
Pasolini's final work, Salo, or The 120 Days of Sodom is one of the
most controversial films ever made, and it remains banned in several
countries. But it is the opposite of an exploitation film, let alone
prurience: it's a profound exploration of fascism, an ideology that
remains sickeningly alive in today's world, and the psychological and
socioeconomic conditions that spawn it. Salo is also Pasolini's ultimate
work of art and one of cinema's
masterpieces. (Jim's Reviews)
“En toda mi vida jamás he ejercido una acción violenta, ni física, ni
moral. No porque yo soy un fanático de la no-violencia. La cual, si es
una forma de autocostricción ideológica, también es violencia. Nunca he
ejercido en mi vida violencia alguna, ni física ni moral, simplemente
porque he confiado en mi naturaleza, es decir en mi cultura...” Pier Paolo Pasolini
Una publicación original de saynomoreglass
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